Griselda Gambaro Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires

Palabras de la autora y dramaturga Griselda Gambaro Declarada Ciudadana Ilustre por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires 4 de noviembre 2009 :
Hace más de 40 años que resido en un suburbio de la zona sur, pero Buenos Aires sigue siendo mi ciudad, la ciudad de mi nacimiento, en la que viví parte de mi juventud, y donde mi trabajo recibió estímulo y campo propicio de difusión. Aún hoy es el lugar de mis citas y de mis proyectos. Así que me encuentro profundamente ligada a esta ciudad y agradezco el reconocimiento que me brinda su Legislatura al declararme Ciudadana Ilustre. No obstante, no puedo dejar de preguntarme sobre el significado del mismo. Un honor, por supuesto. Pero los honores piden consistencia, tanto de quien lo recibe como de quienes lo otorgan. Por ser esta una Legislatura elegida democráticamente, respeto a sus integrantes y les reconozco la autoridad que les dio el voto, aunque disiento muchas veces con sus programas e ideas. No es como Ciudadana Ilustre que quisiera agradecer este honor sino como Ciudadana común, atenta y preocupada por las soluciones que la ciudad necesita. Todos sabemos que esta ciudad, tan hermosa en sus zonas privilegiadas, también es terrible en otras, aquellas donde la pobreza, el abandono y la marginación son implacablemente evidentes con sus niños en la calle, sus villas, sus habitantes sin techo, sus hospitales y escuelas con personal mal remunerado y en deficientes condiciones edilicias. La lista es muy larga con situaciones de parecida o idéntica gravedad. Todos padecemos la burocracia de sus oficinas públicas, la polución ambiental, visual y auditiva, la mendicidad y drogadicción de niños y adolescentes, los nefastos planes para la salud mental donde cada decisión del Ejecutivo es una piedra que entorpece o acosa el trabajo de sus profesionales. El pulso de esta ciudad late desparejo en barrios cuyas condiciones respectivas crean segmentaciones socialmente injustas y urbanísticamente desafortunadas. Expongo en este ámbito - adecuado – mis preocupaciones como ciudadana común porque es el sentimiento – común – de la mayoría de sus habitantes, y porque de este ámbito y del ámbito del Poder Ejecutivo dependen las soluciones, sin que la inercia que provocan las muchas dificultades o la excusa de que provienen de gestiones anteriores, les impidan encontrarlas con la perentoriedad que exigen. Por supuesto que la ciudad no puede ser una isla en el territorio nacional, pero su autonomía le concede el presupuesto y la capacidad de decisión. Entonces, para que este honor que me otorgan sea verdadero y no ceremonia halagadora, sólo espero como ciudadana común la política que esta ciudad reclama: leyes y decisiones de gobierno que no sean sólo multas, aumentos impositivos o soluciones fragmentarias muchas veces de dudosa prioridad, sino planes integrales con vistas al presente y al futuro de la ciudad magnífica y socialmente equitativa que Buenos Aires puede ser. Para que esta ciudad por fin nos enorgullezca como a mí me enorgullecerá realmente, entonces, este honor que hoy recibo con gusto, con agradecimiento, pero también con cierta reticencia. Griselda Gambaro